Un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un nuevo catalizador que permite la transformación de dióxido de carbono (CO2) en productos orgánicos aptos para el uso industrial. Los resultados han sido publicados en Angewandte Chemie.
Los catalizadores son sustancias que aceleran las reacciones químicas sin alterar su composición. El catalizador desarrollado en este trabajo, basado en un complejo de iridio estable al aire, convierte de forma selectiva el CO2 en sililformiatos, unos derivados del ácido fórmico que contienen silicio. El ácido fórmico, tiene muchas aplicaciones en la industria química, en agricultura, en tecnología de los alimentos y en la fabricación de productos de cuero. Los sililformiatos se utilizan para la producción de polímeros de siliconas y como materia prima en síntesis orgánica.
“El desarrollo de nuevos procesos químicos selectivos y de alto rendimiento permitiría una mayor economía de recursos naturales, eliminar o disminuir en la medida de lo posible la producción de residuos, reciclar y transformar moléculas con un impacto ecológico negativo y minimizar el gasto energético”, explica el investigador del CSIC Luis Oro, del Instituto de Síntesis Química y Catálisis Homogénea, centro mixto del CSIC y la Universidad de Zaragoza.
La reacción lograda por este estudio se produce a temperatura ambiente y presión atmosférica suave. Es muy selectiva, funciona sin disolvente y no origina residuos.
Según el investigador del CSIC Francisco Fernández-Álvarez, del mismo instituto zaragozano, “esta investigación puede suponer un avance importante para la transformación de CO2 en productos de interés industrial”.